Un equipo de profesores y estudiantes del departamento de Paleontología de la Faculta de Ciencias de la Universidad de la República de Uruguay encontró en estos días restos óseos de mamíferos de hace casi 30.000 años y, lo que es más importante aun, fragmentos de piedras que podrían corresponder a herramientas humanas.
Los huesos, hallados en los alrededores del arroyo Vizcaíno, cerca de la localidad de Sauce, unos 30km al norte de Montevideo, corresponden, entre otros, a un perezoso, un mamífero herbívoro de gran talla ya extinguido en Uruguay (se supone que pesaba más de una tonelada), y que actualmente habita en la Amazonia y zonas de América Central, aunque se trata de una subespecie mucho más pequeña que la antigua.
En rigor, el hallazgo de estos restos óseos no supone una gran novedad, ya que las excavaciones en el lugar se iniciaron hace 14 años, en 1997, después de que un grupo de escolares encontrara los primeros restos en el lugar dejados al descubierto por una bajante del arroyo.
En el mismo sitio el paleontólogo español Alfonso Arribas, del Museo Geominero de Madrid, encontró en 2001 la clavícula de un animal que, sometida a estudios de carbono 14, arrojó que tenía unos 28 o 29 mil años de antigüedad. Pero eso no es todo: la clavícula encontrada por Arribas tenía marcas que muy probablemente corresponden a herramientas humanas, lo que sugirió la idea de que ya para entonces existían seres humanos en esta parte del continente. Una sospecha que, de confirmarse, echaría por tierra la teoría aceptada hasta hoy de que el hombre habita América desde hace unos 12 mil años, y desde hace sólo 10.000 años en lo que es actualmente el territorio uruguayo.
El profesor Richard Fariña, a cargo del equipo de paleontólogos uruguayos que trabaja en el lugar, dijo –y éste es el aspecto más relevante de los descubrimientos– que los fragmentos de piedras hallados en estos días podrían corresponder a herramientas humanas que causaron las marcas que tenía la clavícula encontrada en 2001 por Arribas.
